Las actuaciones en el tramo Ourense-Monforte de Lemos-Lugo suponen un impulso sin precedentes para el transporte ferroviario de la provincia con su incorporación a la red española de Alta Velocidad.
“Inversión millonaria para modernizar el tren”, titulaba hace unos días en portada ‘El progreso’, el histórico diario de Lugo. Los datos apoyan el enfoque: según los Presupuestos Generales del Estado de 2021, se trata de la segunda provincia española en la que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha incrementado más su inversión: un 91%, hasta los 110 millones de euros. “Hemos sacado a esta provincia del rincón del olvido en el que llevaba unos años”, afirma el secretario general de infraestructuras, Sergio Vázquez Torrón, que junto a la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, repasó el pasado viernes en Monforte de Lemos las actuaciones — puestas en marcha y previstas — para la modernización y mejora del corredor ferroviario Ourense-Monforte de Lemos-Lugo. El Mitma invertirá, a través de Adif, 546 millones de euros con el objetivo de aumentar su fiabilidad y competitividad, dada la incorporación del tramo Ourense-Monforte al Corredor Atlántico de Mercancías y a la implementación de la conexión de Lugo a la Red de Alta Velocidad.
La actuación abarca una amplia extensión dentro de la cuenca hidrográfica del Miño, un área muy rocosa y abrupta excepto en las proximidades a Monforte de Lemos. “Esta belleza es frágil cuando tiene que tocarse para evolucionar”, señala Isabel Pardo de Vera; “por eso, exige la sensibilidad de salvaguardarla con la necesidad de darla a conocer y ponerla en valor a través del medio más sostenible, el ferrocarril, que necesita hacerse atractivo y competitivo”. Los proyectos han sido redactados con criterios de inclusividad, interoperabilidad y seguridad. La protección del medio ambiente forma parte de la cultura de Adif, que se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta obra, en concreto, se enmarca en el ODS número 9, sobre industria, innovación e infraestructura: “Desarrollar infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad”.
Menor impacto paisajístico y ambiental
Las mejoras comienzan con la electrificación, un pilar de la política de transportes en Europa pues refuerza la competitividad del ferrocarril y es el modo más eficiente y sostenible en términos energéticos y medioambientales. Los 117 kilómetros del corredor se reparten en dos segmentos, bien diferenciados en este aspecto. El tramo Ourense-Monforte de Lemos cuenta con 46 km en vía única a 3 kV de corriente continua, mientras que el tramo Monforte de Lemos-Lugo consta de 71 km en vía única no electrificada. En lo sucesivo, la diferencia se limitará a la longitud, pues ambos estarán electrificados a 25 kV con corriente alterna. Se trata del sistema propio de las líneas de alta velocidad y supone mejoras fundamentales respecto al convencional de 3kV. Permite disminuir las pérdidas de energía, mejorar notablemente la eficiencia energética y aumentar la potencia tractora, algo especialmente importante en la complicada orografía de este caso. Esto se traduce también en reducción de los tiempos de viaje, fomento del tráfico de mercancías, reducción de pérdidas y ahorro energético…
Al precisar menos subestaciones, se reduce el impacto paisajístico y ambiental, que en este caso resulta especialmente importante: la zona de confluencia de las riberas de los ríos Sil y Cabe está catalogada como Paisaje Singular. La línea férrea discurre junto a terrenos con una rica vegetación natural — carballos, rebollos, castaños, abedules, encinas, especies no autóctonas de pinares y eucaliptos… — y junto a los cursos fluviales de los ríos Miño, Sil y Cabe; aguas con una gran diversidad de peces — libres de especies alóctonas — y con una vegetación de ribera en excelente estado de conservación — alisos, fresnos, sauces y álamos — .
Amplia renovación
Entre el resto de actuaciones del corredor destacan la renovación de vía, mejoras y tratamientos de infraestructura — puentes, túneles, explanaciones, desmontes — y los correspondientes suministros; tratamiento de andenes y cruces entre andenes; mejora de instalaciones de señalización y telecomunicaciones; supresión de pasos a nivel y mejoras de trazado; y la construcción de un nuevo túnel en Oural (Lugo), adaptado a los nuevos requerimientos de seguridad e interoperabilidad. En el tramo Monforte-Lugo se detectó que, además de la acondicionar la nueva electrificación, la plataforma requería una renovación íntegra: puentes, túneles, armamento de vía, instalaciones de señalización… No es de extrañar que, durante el periodo 2018–2021, se hayan licitado en la provincia de Lugo contratos por valor de 303 millones de euros, el triple que en la suma de los doce años anteriores (132 millones). “Para Adif, la movilidad excede al acotado concepto del transporte de viajeros y bienes”, explica Pardo de Vera; “es un factor fundamental de igualdad, de cohesión territorial, y es transversal a los sectores que determinan la mejora de nuestra sociedad: el tejido productivo, el turismo, la cultura, el conocimiento… en definitiva la movilidad es actriz principal del enriquecimiento de territorios y personas”.